jueves, 25 de mayo de 2017

El Tercer Pilar de la Unión Bancaria Europea. Bien, y qué, pienso yo.

Pueden los bancos españoles ampliar su participación de mercado entre los consumidores europeos más allá de nuestras fronteras, aprovechando el pasaporte europeo y  la digitalización en la red de sus servicios?

Alguien en un evento reciente sobre digitalización bancaria en España me apuntó que posiblemente la causa que lo impida es que la Unión Bancaria europea no está completa, que falta el Fondo Europeo de Garantía de Depósitos.   Bien, y qué, pienso yo.  Que le aporta un fondo de garantía común a los bancos españoles en su posible oferta  transfronteriza a los ciudadanos europeos que necesitan financiación en sus hogares y pequeños negocios?  

El BCE dice que la Unión Bancaria ya está en funcionamiento y ya ha hecho un  sector bancario más resistente y menos propenso a la asunción de riesgos excesivos. Sin embargo, sigue siendo estructuralmente incompleta y la conclusión de la Unión Bancaria es esencial para asegurar que el vínculo entre bancos y los tesoros soberanos nacionales se rompa definitivamente. Bien, y qué, pienso yo.

El objetivo de la Unión Bancaria es romper el vínculo entre bancos y los tesoros soberanos nacionales. Esto se logra mediante la reducción de los riesgos asumidos por la entidades y eliminando las barreras que segmentan el mercado único de servicios bancarios. La creación del Mecanismo Unico de Supervisión y el Mecanismo Unico de Resolución Bancaria (MUS y MUR), que funcionan sobre la base de un único libro de regulación bancaria, constituyen ya un importante paso adelante en la reducción del riesgo. Sin embargo, una Unión Bancaria que funcione adecuadamente necesita además que los riesgos derivados de las crisis y quiebras de bancos  sean compartidos por toda la Unión Europea por igual.  Bien, y qué, pienso yo.

Existe un amplio consenso entre los expertos y el mundo académico acerca de los beneficios de un esquema de garantía de depósitos efectivo de la zona del euro. El principal argumento consiste en aumentar la capacidad de paliar la vulnerabilidad a las crisis y quiebras de bancos del sistema de fondos de garantía nacionales actual. Un mecanismo de seguridad común puede ser visto como un contrato de seguro, que ayudaría a evitar la huida  de depósitos minoristas que pueden agotar la capacidad de los fondos de garantía  de un solo país y esto ayudará a aumentar la confianza de los depositantes, limitar los efectos de las diferencias nacionales, contribuir a un mejor funcionamiento del mercado único y mejorar la estabilidad financiera de la zona del euro en general. Cualquier divergencia, percibida o real, entre los fondos de garantía nacionales pueden, por el contrario, contribuir a la fragmentación del mercado, afectando la capacidad de los bancos y la voluntad de ampliar sus operaciones transfronterizas. Bien, y qué, pienso yo.

La Comisión ha propuesto un Sistema Europeo de Garantía  de Depósitos (SEGD), con el objetivo de dotar a la Unión Bancaria de su tercer pilar, además del MUS y del MUR. En su propuesta, la comisión está proporcionado  un marco para el diseño del Sistema que aborda los desajustes y problemas inherentes al nacimiento de  un régimen común de compartición de los riesgos de crisis y quiebras  locales   en toda la Unión Europea y por este motivo es un tema controvertido para muchos estados miembros. Bien, y qué, pienso yo.

 Los detalles técnicos de este plan todavía se tienen que concretar en su funcionamiento, pero según la propuesta de la Comisión, el SEGD  se establecería en tres etapas secuenciales:

  1. La primera etapa sería un plan de reaseguro y se aplicaría durante 3 años hasta 2020. En esta etapa, el SEGD proporcionaría una cantidad específica de asistencia de liquidez y absorbería una cantidad especificada de la pérdida final del sistema nacional en el caso de un procedimiento de resolución. Con el fin de limitar y evitar los usos oportunistas de estas facilidades en esta etapa, un fondo de garantía nacional  sólo puede beneficiarse del sistema europeo si ha cumplido sus requisitos legales, ha dotado su fondo nacional al nivel exigido, y el fondo se han agotado por completo.
  2. La segunda etapa sería un esquema de coaseguro y se aplicaría durante 4 años hasta 2024. En esta fase, no tendría que agotarse un fondo nacional antes de acceder a las facilidades del SEGD. El fondo europeo absorbería una parte progresivamente mayor de las pérdidas durante el período de cuatro años en caso de un procedimiento de resolución bancaria. El acceso a SEGD seguiría dependiendo del cumplimiento por parte de los fondos nacionales de los niveles de financiación requeridos.  Las fases de reaseguro y de coaseguro compartirían muchas características comunes, garantizando una evolución gradual y uniforme de la dotación del fondo europeo, pero los costes de la cobertura de los depósitos se compartirían cada vez más entre los fondos nacionales y el SEGD en la fase de coaseguro, que proporcionaría garantías completas a los depositantes en la Unión Bancaria a partir de 2024 en adelante.
  3. En la etapa final, el SEGD aseguraría totalmente los depósitos y cubriría todas las necesidades y pérdidas de liquidez en caso de un procedimiento de resolución bancaria en cualquiera de los países adscritos al fondo.


Dice el BCE que Las medidas propuestas para completar la Unión Bancaria son pasos lógicos en los esfuerzos por profundizar la Unión Monetaria Europea. Su objetivo es reducir el círculo vicioso entre los bancos locales y los tesoros nacionales  en los estados miembros a través de la distribución del riesgo entre todos los estados de la Unión Bancaria. La mera existencia del SEGD reduciría la posibilidad de que se utilice, reforzando la confianza de los ciudadanos y depositantes, de toda la Unión por igual,  en los mecanismos de seguridad existentes ante la quiebra de sus bancos.  Bien, y qué, pienso yo.

Queremos imaginar por un momento a los bancos españoles, sobre todo los no internacionalizados, en la actual agonía de la  rentabilidad de sus cuentas de resultados, poner a sus equipos a trabajar ya, sin esperar más, y extender sus ofertas de crédito a las vidas y negocios de muchos más ciudadanos de toda la Unión Bancaria Europea:   expertos en valoración y categorización de riesgos transnacionales apoyados en los volúmenes masivos de datos  ya disponibles de toda la UE; expertos en marketing digital en los varios países; expertos en derecho europeo; páginas, servicios web y centros de asistencia a clientes en los varios idiomas europeos; financiación mayorista de los mercados europeos e internacionales.  Y todo desde España, un centro de excelencia con una base amplia y económica  de capital humano y conocimiento de gran cualificación en banca y comercio electrónico.


Bien, y por qué no? Pienso yo.