jueves, 10 de mayo de 2018

COMPARTIR RIESGOS EN LA UE, UN CABALLO DE BATALLA AL QUE HAY QUE ENTENDER Y ALIMENTAR


En el día de ayer tuve la oportunidad de asistir a un magnifica conferencia, con ponentes muy conocedores e involucrados,dentro de unas jornadas sobre el futuro de la Unión Económica y Monetaria Europea, UEM, dedicada a la Unión Financiera y Bancaria. 

Uno de los ponentes, Jose Manuel Campa ex-secretario de estado de economía entre 2009 y 2011, trajo al debate que es conocido que uno de los aspectos más relevantes para la UEM, en este tiempo en el que la economía europea mantiene un momento positivo con perspectivas igualmente positivas, al menos en un plazo próximo, es mejorar la capacidad de compartición de riesgos entre los países de la unión.Es este un concepto muy amplio que necesariamente se tiene que entender para poder divulgarlo.   

Con el apoyo de un reciente estudio del BCE, quiero aquí ampliar el conocimiento que debemos tener sobre este concepto, de modo que desde nuestras capacidades individuales podamos convencer a todos los que nos rodean, y estos a su vez en cadena a otros, de las bondades que arrastra a todas las economías de los países de la Unión (también a la nuestra) y por ende al mejor éxito de la propia Unión Económica y Monetaria en la que ya estamos inmersos, pero que hay que llevar a su máxima expresión y completitud para no sufrir, en un entorno de competencia global, las debilidades que una nueva economía a medio construir pueda traer a sus partícipes. 


La literatura económica describe la noción de compartir riesgos como la idea de que los agentes necesitan, deben y tienden a proteger y asegurar sus capacidades de consumo contra las fluctuaciones del ciclo económico específico del país en el que residen, en particular contra los momentos de crisis económicas donde se reducen o se eliminan por completo actividades de negocios y sus beneficios, disminuye las posibilidades de empleo, o estos facilitan menores ingresos. Asegurar las capacidades de consumo resulta en una mejora en el bienestar a través de los ciclos.

El consumo puede asegurarse, en momentos difíciles, a través de algunos medios, por ejemplo, a través de ahorros privados, programas nacionales de bienestar/desempleo públicos y transferencias intergeneracionales, es decir, los gobiernos pueden aumentar los apoyos a los hogares del país durante los malos tiempos económicos, y financiar estas transferencias con la deuda pública del tesoro nacional, que tendrá que ser pagada por las generaciones futuras. Sin embargo, el consumo también se puede asegurar compartiendo las dificultades de las crisis económicas a través de canales internacionales, por ejemplo, con transferencias de liquidez y capital entre países que ayudan a amortiguar las conmociones específicas del país en problemas.   

Entre los principios fundacionales de la Unión Económica Europea, está la libre circulación de capitales, pero para que esta circulación se produzca realmente hay que facilitarla e incentivarla.

El debate actual sobre el progreso de Unión Económica y Monetaria Europea, promovido desde instituciones nacionales y comunitarias, se está desarrollado en torno a la dimensión internacional entre los países de la Unión del riesgo compartido, la profundización de la Unión Bancaria y de la Unión de Mercados de Capitales, y la introducción de una capacidad fiscal común en la Unión, junto con la ampliación de la zona de la moneda única, como mecanismos de base en la facilitación y promoción de la amplia circulación de capital y liquidez público y privado.  

En este debate está surgiendo un consenso de la experiencia con la pasada crisis, de que la arquitectura institucional de la zona del euro necesita una reforma para mejorar su capacidad de hacer frente a grandes conmociones económicas.

Ya en su día, con la publicación del Informe de los Cinco Presidentes sobre la realización de la Unión Económica y Monetaria de Europa, se desencadenó un debate en el ámbito político, así como en el académico, sobre las formas de mejorar la fortaleza económica de la UEM quetambién estuvo, como en el debate actual, influido por los hallazgos empíricos que encuentran un grado más limitado de distribución del riesgo en la UE que en otras federaciones como los Estados Unidos, que disponen de una mayor capacidad de absorción de impactos económicos y financieros de las crisis a través de una distribución de riesgos más efectiva en los canales privados mediante los mercados de crédito y capital. También     el compartir el riesgo mediante los canales públicos juega un papel más destacado en los Estados Unidos, dada su diferente arquitectura institucional y política, en particular, su considerable presupuesto federal.

En Europa ya se han dado pasos institucionales importantes hacia una verdadera Unión Económica y Monetaria en Europa en los últimos años: En primer lugar, el Mecanismo Europeo de Estabilidad se creó en 2012 para proporcionar asistencia financiera condicional a los países solventes de la zona del euro que experimentan problemas de financiación. En segundo lugar, El proyecto político y legislativo de la Unión Bancaria Europea se lanzó en 2014, que basándose en el Mecanismo Único de Supervisión y el Mecanismo Único de Resolución, garantiza una aplicación coherente de las normas bancarias de la UE, reduciendo así los riesgos en el sector bancario, relacionados por ejemplo, con la exposición de los balances de los bancos nacionales a los riesgos de sus respectivos tesoros públicos.

Mirando hacia el futuro, es necesario realizar reformas en la arquitectura de la Unión Europea, principalmente en tres ejes:

En primer lugar, los países de la UE deben mejorar su capacidad interna para enfrentar las crisis macroeconómicas, en particular reduciendo efectivamente las vulnerabilidades en sus economías, sectores bancarios y finanzas públicas. La fortaleza económica debe mejorarse mediante reformas estructurales que respalden el crecimiento potencial y aumenten la flexibilidad de los mercados interiores nacionales. En este contexto, el Informe de los Cinco Presidentes llama a una "convergencia significativa y sostenida hacia economías similarmente resistentes" en la UE, de modo que la distribución del riesgo se base en el principio de la seguridad de una fortaleza económica común y no en las asistencias de capital o liquidez público o privado recurrentes de unos países a otros. Al mismo tiempo,los países de la zona del euro deberían utilizar el entorno económico favorable actual para crear reservas de dinero público y reducir el endeudamiento de los tesoros, de acuerdo con los requisitos del marco del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que permita tener márgenes de maniobra para capear las crisis económicas futuras.

En segundo lugar, los mercados financieros eficientes e integrados son un requisito previo esencial para una distribución eficiente del riesgo en la Unión Europea.

Una verdadera unión de los mercados de capitales podrá ayudar significativamente a diversificar y reducir el riesgo. La Comisión Europea adoptó un plan de acción en 2015 que establece una lista de medidas clave para garantizar fuentes de financiación más diversificadas para las empresas y lograr un verdadero mercado único de capitales en Europa. En la revisión intermedia  del plan en junio de 2017, la Comisión señaló avances, entre otros, en el desarrollo de los mercados de capital-riesgo y el mercado de titulización, así como en un más fácil  acceso de las empresas medianas y pequeñas  a los mercados públicos. Al mismo tiempo, se comunicaron nuevas prioridades, por ejemplo, para fortalecer la efectividad de la supervisión de mercados, dando a la Autoridad Europea de Mercados mayores responsabilidades en la convergencia entre los países de la Unión en la aplicación regulatoria y supervisora, a fin de acelerar la integración del mercado, aprovechar el potencial de la tecnología financiera fintech, y utilizar mejor los mercados de capital para complementar a  los préstamos bancarios y fortalecer la estabilidad. Sin embargo se viene observando que Las instituciones nacionales de regulación y supervisión de los mercados locales de los países, están  defendiendo equivocadamente sus parcelas de poder nacional, sus propios intereses y trabajos, y no quieren entender los beneficios de la Unión Europea de los Mercados de Capitales, haciendo falta una clara y decidida voluntad política europea para  romper las posiciones de enroque de los países.

Por su parte, completar la Unión Bancaria facilitará la compartición de los riesgos para los contribuyentes. Un Fondo de Garantía de Depósitos Europeo es esencial para un sistema bancario verdaderamente integrado y una moneda única. Un respaldo común con fondos públicos para el Fondo Único de Resolución, que podría ser provisto por el Fondo de Estabilidad Europeo  como se ha propuesto desde la Comisión Europea, fortalecería aún más la Unión Bancaria. Para la ruptura del círculo vicioso de riesgos entre los bancos  y los tesoros nacionales, se han presentado varias propuestas, que van desde sanciones regulatorias para la concentración de exposiciones soberanas en los balances bancarios, a una reforma más general del tratamiento regulatorio de las exposiciones soberanas. El informe del Grupo de Trabajo de Alto Nivel sobre activos seguros de la Junta Europea de Riesgo Sistémico sugiere que la creación de un activo de bajo riesgo (SBBS´s, bonos sintéticos como titulizaciones de cestas de bonos soberanos nacionales)  en la zona del euro podría ayudar a debilitar el nexo de riesgo banco-soberano.

En tercer lugar, la zona del euro se beneficiaría de una función europea y central  de estabilización fiscal que pueda respaldar a los mecanismos fiscales  locales estabilizadores de las economías nacionales en tiempos de crisis y, por lo tanto, hacer que la Unión Económica sea más fuerte. Hay muchas maneras de implementar esta capacidad fiscal (Unión Fiscal Europea), por ejemplo, un plan europeo de prestaciones de desempleo o un presupuesto de inversión de la zona del euro. Cada una de estas opciones tiene sus propios desafíos y beneficios técnicos y políticos. Sin embargo, será esencial que se maximicen los efectos positivos en el funcionamiento de toda la Unión, al tiempo que se preservará los incentivos para unas políticas fiscales nacionales y europea sólida y se abordarán las deficiencias estructurales de todas las naciones. En el Informe de los Cinco Presidentes,ya se decía que una capacidad fiscal europea no debe implicar transferencias permanentes en una única dirección sino que debe diseñarse para el aprovechamiento por igual en toda la UE.


Es muy probable que el progreso hacia la unión fiscal, junto con la unión financiera (bancaria y mercados) se refuercen mutuamente, y complementen a la actual unión monetaria del Euro y a las actuales las instituciones comunes de la UE, fortaleciendo las actividades financieras transfronterizas de capital y liquidez, como mecanismos eficaces y eficientes de compartición de los riesgos en la Unión. 




viernes, 4 de mayo de 2018

NOVEDADES EN LA ACTIVIDAD DE LAS INSTITUCIONES REGULADORAS DEL MES DE ABRIL 2018

El  seguimiento y puesta al día en toda la actividad regulatoria y supervisora de las instituciones que están modelando cada día la Unión Bancaria y de Mercados en Europa,  es una amplísima tarea  para las entidades, profesionales y estudiantes del sector.

Este Observatorio divulga, a fin de ayudar en esa labor,  un documento mensual de novedades en la actividad relevante de 
la Comisión Europea (EC), Parlamento Europeo (EP), Consejo de Europa (CE), Consejo Europeo Económico y Social (EESC), Autoridad Bancaria Europea (EBA), Autoridad Europea de Mercados (ESMA), Banco Central Europeo (BCE), Supervisor bancario (BCE-SSM), Consejo Europeo de Riesgo Sistémico (ESRB), Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (BIS-BCBS) y Consejo Internacional Estabilidad Financiera (FSB)

El compendio se organiza por instituciones y por fecha de publicación de la actividad, etiquetando cada actividad con el marco  regulatorio o ámbito  al que afecta para mejor filtrar los intereses de cada uno.   En cada actividad vienen los enlaces que facilitan el acceso a la documentación institucional referida, para facilitar su estudio.